Japonés se libra del corredor de la muerte

EFE Japón 27-03-2014 08:36

Llevaba 46 años en prisión condenado a la pena capital; era culpado de asesinato múltiple.

El japonés Iwao Hakamada fue liberado después de pasar 46 años en la cárcel condenado a muerte y de que un tribunal decidiera revisar su caso al tener en cuenta nuevas pruebas sobre el asesinato múltiple que se le imputa.

Hakamada, que se cree que es el hombre que más tiempo ha pasado en el corredor de la muerte en el mundo, abandonó con gesto inexpresivo la prisión de Tokio donde fue recogido por su hermana, y en cuyas puertas le esperaban numerosos medios de comunicación.

Horas antes, el Tribunal del distrito de Shizuoka (centro del país) anunció que analizará las últimas pruebas de ADN presentadas por la defensa del condenado, que considera que pueden demostrar que es inocente del delito cometido en 1966.

Hakamada, un ex boxeador de 78 años que padece una enfermedad mental, fue condenado a la pena de muerte en 1968, sentencia que quedó este jueves temporalmente suspendida con la decisión de revisar su caso.

El juez dijo que es "injusto" mantener al imputado en prisión, al considerar que "la posibilidad de su inocencia se ha aclarado hasta un grado considerable", según declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

La cadena pública NHK, que retransmitió la salida de la prisión en directo, reveló que el condenado llevaba casi cuatro años sin recibir visitas debido a su delicado estado mental.

El tribunal que le condenó inicialmente consideró probado que en 1966 apuñaló hasta la muerte al dueño de la pequeña fábrica de miso (soja fermentada) donde trabajaba, así como a la mujer de éste y a sus dos hijos. La casa de la familia asesinada fue incendiada después.

Durante el juicio y sus años de prisión, él siempre se declaró inocente del crimen y varias organizaciones humanitarias han denunciado que la investigación del caso estuvo rodeada de todo tipo de irregularidades.

Hakamada aseguró que fue obligado por la Policía para firmar una declaración reconociendo la autoría del asesinato.